FUE UN GOLPE DURÍSIMO, PERO NO LO COMPAREN CON EL DESCENSO….

La oportunidad para ser campeón desperdiciada el domingo 23 de octubre ante River, repercutió de manera lógica en el hincha, ahora bien, sepan que bajar de categoría con todos los condimentos extras fue mucho peor.

La última fecha del torneo que finalizó apenas días atrás, tuvo un final muy atípico en varios sentidos. Por un lado hay que destacar que en la jornada final se enfrentaban a apenas 15 cuadras de distancia, Boca-Independiente en la Bombonera por un lado, y Racing-River en el Presidente Perón por el otro.

Los de la Ribera tenían la ventaja de estar un punto por sobre la Academia antes de comenzar los cotejos, lo que les daba un cierto cartel de candidato, más aún teniendo en cuenta que su rival era el Rojo, y muchos pensaban (en esta no me incluyo) que no habría chance de revertir la situación por ese motivo. Ahora bien, quienes escucharon el programa de “La número uno” del 21 de octubre, saben que yo había dicho que dos cosas me hacían suponer que sí existía la chance de que los Diablos rojos intenten llevarse algo.

Un motivo era imaginarme que la flamante dirigencia roja no es precisamente de las más amigas de la actual del Xeneize, y además de eso el hecho de que Julio Falcioni sea el DT, con Juan Román Riquelme en el triunvirato principal de Boca, era otro dato del que me hacía pensar esa situación, claro está que además faltaba que dentro del campo de juego eso se pudiese lograr. Por el lado de Racing, soy testigo de que la gente comenzó desde muy temprano a llegar al Cilindro, y mientras caminaba por las adyacencias del estadio, escuchaba las conversaciones entre hinchas, que estaban más pendientes sobre lo que pudiese suceder a escasos 1500 metros de distancia (aproximadamente), con una mayoría marcada que no tenía esperanzas de que Independiente rescate algún punto.

Una vez comenzado los encuentros, la primera explosión se hizo sentir en el primer gol de Independiente, y no porque se haya gritado, sino porque la gente empezó a cantar con mucha más esperanza, con mucha más ilusión a favor del equipo. El inmediato empate de Boca volvió a producir que el hincha vuelva a estar más limitado en su ilusión, mientras en Avellaneda el partido seguía 0-0.

A poco de comenzado los segundos tiempos, llegó el gol que le daba la ventaja a Boca sobre Independiente, lo que en ese instante pareció finiquitar las posibilidades del elenco de Fernando Gago, o al menos eso me pareció observar en el ánimo de la gente. Minutos después, llegó la jugada que derivó en el penal que Matías Rojas cambió por gol, y ni así (percibí yo) la gente tenía una verdadera ilusión de campeonar, porque seguía con el oído puesto en el Alberto J. Armando.

Pasaban los minutos y llegaban los cambios, Iván Pillud había abandonado el campo de juego por lesión, lugar que ocupó Facundo Mura, luego ingresaron Gabriel Hauche por Rojas, y Jonathan Galván por Johan Carbonero, entiendo que con la idea de cambiar el aire y además formar una línea de cinco para sostener la ventaja (ya sabemos que no resultó).

A falta de diez minutos (de ambos cotejos) comenzaron los hechos insólitos (creo que así fue). Mientras el colombiano Miguel Borja anotaba en absoluta soledad dentro del área el empate transitorio para River, lo que parecía otra vez sepultar cualquier chance a favor, un minuto después llegaba desde la Bombonera la que quizás era la noticia más inesperada pero necesaria, gol de Independiente, pero Racing estaba 1-1.

A la cancha Maximiliano Romero por Lionel Miranda y Nicolás Oroz en lugar de Carlos Alcaraz para buscar ese gol que nos podría dar el título. Todo esto hasta que llegó el fatídico minuto 89, cuando el árbitro sancionó penal para Racing…… Le pega Enzo (Copetti), no, entonces Gonzalo Piovi, quien tiene buena pegada… Tampoco… Ya sé, el Osito Sigali, pateó en el Maracaná…. No señor….Ahhhh, Gaby Hauche, experiencia y templanza para estas situaciones…. Quiso, pero no lo dejaron… Y entonces???..... JONATHAN GALVÁN… Qué??????? Vos me estás hablando del jugador más novato del plantel???? Lleven a este muchacho a dirigir una multinacional, porque si acumuló tanto poder y autoridad en tan poco tiempo… O en su defecto denle alguna candidatura en la política, porque sino no entiendo como se quedó con el penal del campeonato por sobre el resto de los referentes y antiguos de este plantel en una situación límite….

El resultado final es conocido, un penal muy (pero muy) mal pateado (yo con pantuflas le daba mejor), Armani atajando en primera instancia, y después Oroz tirándola arriba en el rebote. Luego otro gol de Borja y absoluta (en todo el sentido de la palabra) decepción en la gente que no podía creer lo que estaba pasando…. Y acá quiero ser claro, fue una gran decepción, un golpe durísimo, un tremendo bajón anímico, una angustia muy grande… pero el descenso fue de lo peor, se los puedo asegurar.

Dicho todo esto, el descenso de 1983 es incomparable a este suceso, para ponerlos en contexto, deben imaginarse a un equipo que en la cancha causaba (como se dice en la tribuna) dolor de ojos, que de los ocho clásicos disputados en el certamen (frente a los cuatro grandes restantes) perdió seis y empató dos, que era ninguneado en la AFA, con dos ejemplos más que claros. Uno fue el 3 de agosto de ese año, cuando una bengala marina acabó con la vida de Roberto Basile en la Bombonera en la previa de un Boca-Racing, y lejos de darle los puntos a la Academia el encuentro se jugó igual (terminó 2-2 con un penal a favor del Xeneize muy polémico), y el otro ante Ferro, en el que el partido se jugó en dos partes debido a una agresión a un juez de línea que provino desde la platea local (esto fue en Caballito), pero el cotejo se completó en cancha de Atlanta (fue 1-1 el resultado), y de nuevo, no nos dieron puntos que hubiesen correspondido.

Pero hay más, la Academia jugó más de la mitad de ese torneo de local en la cancha de los vecinos, y un partido (ante los Rojos) en Huracán, debido a que tuvo su estadio dos años y medio clausurado. El día que se decretó su descenso, fue en el Cilindro ante Racing de Córdoba, con el estadio habilitado únicamente en su parte baja, mientras que todo el anillo superior permanecía inhabilitado (recién para 1995 se logró la totalidad). Este partido fue en la penúltima fecha, y ya descendido (a los jóvenes me dirijo, no escuchen historias de tíos borrachos donde cuentan que el rojo mandó a Racing al descenso, es totalmente falso, ya que había descendido cuatro días antes frente a su homónimo cordobés), Racing tuvo que visitar a Independiente, quien esa tarde se consagraba campeón del Metropolitano.

Para la época, jugar en la B (a la Academia le tocó dos años), era peor, porque era jugar los sábados, y en esos tiempos, ese día era de uso exclusivo para el ascenso, jugar los sábados tenía una carga simbólica negativa muy fuerte, dejaba en claro que estabas compitiendo en el ascenso, los domingos era de la Primera, a diferencia de hoy que está todo mezclado. Intenté contarles con bastantes detalles lo que se vivió hace una semana (subcampeón y clasificación a la Copa Libertadores 2023), y de manera superficial lo que fue el descenso de 1983 (con detalles sería muy largo y no me quiero explayar tanto), pero se darán cuenta, que lo sucedido hace casi 40 años, es incomparable a lo de la semana pasada….

Compartir