“UNA PARTE DE MI CORAZÓN ESTÁ CON RACING”
Carlos Torres, ex delantero de Racing en los años 92/93, habló en exclusiva con La Número Uno, donde repasó su paso por el club, sus goles, lo que fue compartir plantel con Maradona (en Newells) y su afecto para con la Academia.
La llegada de un centrodelantero a cualquier equipo siempre genera algún tipo de expectativas extra, y fue lo que pasó a principio de 1992, cuando arribó a Racing Carlos Torres, proveniente de Olimpia de Paraguay. “Yo llegué a Racing en enero del ’92, estaba Chiche Sosa como entrenador, no sé quien hizo las tratativas, pero cuando me llamaron de la dirigencia del club fui a la oficina del Presidente, me lo encontré a Juan Destéfano, y me tiró la oferta para ir a jugar a Racing. Yo no dudé, porque no sabiendo como era Racing, no dudé en salir de Olimpia a probar suerte. Conocía Buenos Aires de haber viajado con Olimpia por la Copa Libertadores contra equipos argentinos, pero nunca había ido solo, así que esa vez se me dio, y fui sin problemas”, contó el ex jugador.
Hoy ya radicado en su país natal desde hace 18 años, y dedicándose a la actividad agropecuaria, recordó un cuadrangular amistoso disputado en la localidad balnearia de Necochea, en el que Racing se lo quedó por encima de Huracán, Independiente y el Sion de Suiza. “Yo me acuerdo que en el partido del debut mío, tuve un inconveniente en el talón, los botines nuevos que tenía me lastimaron en los entrenamientos, y no pude jugar ese partido. Me acuerdo de eso, en ese momento pensé ojalá que no sea que el que mal empieza mal acaba jaja, pero por suerte no fue así”.
Ya metido en lo que fue el debut de manera oficial, por los porotos como se dice en el barrio, Torres lo hizo en una calurosa tarde en la ciudad de Corrientes, cuando aquel Racing dirigido por Chiche Sosa venció a Mandiyú 2-1, con dos tantos de su autoría. “Esas cosas son imborrables porque me acuerdo que jugamos muy cerca de Paraguay, yo miraba las tribunas, a ver si había algún familiar mío, porque en esos tiempos las comunicaciones eran más precarias que ahora, y pensé que como quedaba cerca de Paraguay algún familiar me podía ir a ver, pero no fue así. Me acuerdo muy bien, debuté mejor que nunca. Era un gran plantel, yo tengo muchas fotos aquí en mi casa de esos compañeros que tuve, la verdad que trae muy gratos recuerdos. Hace poco le escribí a Rubén Paz, todavía no tuve contestación de él, pero de a poquito voy a ir intentando ponerme en contacto con la gente que puedo. A Cacho Borelli lo pude saludar cuando vino con Gorosito a dirigir a Olimpia, pero al poco tiempo salieron del club, por ahora es al único que pude saludar, pero ahora me pondré en campaña para contactar a más compañeros”.
A la hora de nombrar a los compañeros con los que más relación tenía, expresó: “Cuando llegué al club, Rubén Paz fue quien se me acercó primero, junto al Turco (García), yo no sabía de los antecedentes del plantel, ni de esos futbolistas, no sabía mucho del club, me iba afianzando junto a ellos. Como ellos me vieron un poco tímido seguramente, me llamaron, me preguntaron cosas, que ropa usaba y demás, entonces Rubén y el Turco me llevaron a una marca de ropa para darme la indumentaria deportiva que se usaba. Eso para mí fue un gesto extraordinario. También tenía relación con Bartero, el central Vallejos, con quien iba a entrenar porque vivíamos en el mismo hotel, donde también estaba el Piojo López, que jugaba en la Reserva, aunque a veces entrenaba con nosotros, el Pepe Basualdo, Gustavo Matosas quien llegó después, Abaurre, también vivía en el mismo hotel”.
También hubo un momento para repasar los goles que más grabados tiene en su memoria. “Mucho no me acuerdo, pero sí de uno en la cancha de Vélez, después otro que no fue bonito pero lo recuerdo por la picardía, fue contra Platense en cancha de Racing. Yo gano la línea de fondo y me quedo suelto, porque ya tenía la pelota perdida porque la tenía el arquero, él no se dio cuenta que yo quedé detrás de él, tiró el balón en el suelo para sacar, y ahí le robé la pelota desde atrás y piqué por adentro, fue gol, no fue lindo, pero es anecdótico. Hice muchos de cabeza, hay uno que tengo grabado en mi mente y se lo suelo mostrar a mis hijos, el día que empatamos contra Independiente en cancha de Racing, yo entré desde el banco ese día, un gol de cabeza que a Islas se le va por el segundo palo, ni yo creí que iba a ser gol esa pelota. En cancha de River a Comizzo, yo creo que no se esperaba que le patee desde ahí. Otro contra Belgrano de Córdoba, de palomita, que hoy hay pocos goles así, centro de Graciani y yo desde el punto penal lo metí”.
Durante su estadía en el club, vivió los ciclos de Chiche Sosa, Humberto Grondona y el de Eduardo Solari. A la hora de consultarlo sobre cuál fue su preferido entre estos, aseguró: “Yo me quedo con Eduardo Solari, en realidad todos los técnicos te enseñan algo siempre, pero en Racing maduré como futbolista con Solari, tuvo mucha paciencia conmigo y otros jugadores también, después de los entrenamientos nos quedábamos a perfeccionar un poco las cualidades que teníamos cada uno de nosotros, fue un maestro para mí. A lo mejor él veía las virtudes y defectos que yo tenía, los cuales intentábamos perfeccionar y corregir después de cada entrenamiento”.
Cuando se lo consultó por como estaba el club en lo económico, afirmó: “Económicamente mal, desde un principio tuve inconvenientes para poder cobrar en Racing, de hecho yo tengo deudas pendientes con el club, pero me imagino que ya habrán caducado, nunca terminé de cobrar. Yo había dejado el tema en manos de un abogado, hace muchos años, el abogado era una persona mayor, no sé si todavía vive, nunca más seguí el tema, también pudo haber dejadez de mi parte. Siempre había problemas económicos en Racing”.
A mediados de 1993, dejó Racing para sumarse a Newells. “Mi salida de Racing no la decidí yo, fue Olimpia, porque era el dueño de mis derechos federativos de mi pase. Entonces creo que Newells arrimó una oferta sobre mi concurso y tuve que ir ahí. Yo estaba jugando las Eliminatorias para el Mundial de EEUU ’94, y en Newells tenía un compañero mío, Alfredo Mendoza, lo que influyó un poquito para jugar ahí”, y sobre la experiencia de haber jugado junto a Diego Maradona añadió: “Tuve la suerte de tener la experiencia de compartir con uno de los más grandes del fútbol, y coincidentemente vivimos en el mismo hotel, donde se alojaba Diego. Todo el tiempo que él estuvo ahí, compartimos el mismo hotel. Rosario estaba de fiesta todos los días, Diego movía muchísima gente, era extraordinario. El día de su fallecimiento me llamaron mucho, porque se enteraban que yo compartí plantel con él, para saber como era él en el día a día. Yo te puedo decir que Diego era como compañero una persona totalmente diferente a lo que se muestra en la televisión, en los medios en general. Era una persona que se ponía al servicio de sus compañeros al 100%, a mí me preguntaba que necesitaba, si me faltaba algo, que ante cualquier duda, recurra a él, siempre a disposición, tuve la suerte de compartir con él, además del campo de juego, su casa, porque nos veíamos muy a menudo. Era extraordinario como compañero, intentaba estar siempre a la par de nosotros, sencillo, humilde, yo no pensé que iba a llegar a jugar con un grande, pero Dios me puso en el camino, chocamos, y tengo el mejor de los recuerdos como persona de Diego Maradona, aparte del jugador de fútbol que todos conocen, pero yo como persona, poco o mucho, lo llegué a conocer y me quedo con lo mejor de él”.
Con la experiencia de haber portado un tiempo la 9 de Racing, opinó sobre cuales son las cualidades que se deben tener para calzarla. “Para ponerte la 9 de Racing tenés que aguantar a todos los que están gritando ahí, y el hincha de Racing es muy especial, sufrido, que lo sigue al equipo donde sea, un equipo que quiere garra. Además de eso quiere ver ganar a su equipo. El 9 de Racing debe ser una persona que se entregue totalmente, así como Lisandro López, que aunque esté casi al final de su carrera, intenta dar lo mejor de sí. Mete goles, muestra el afecto a los hinchas. Un delantero si no mete goles, por mejor que sea, no llena las expectativas de los hinchas”.
Por último, explicó el lugar que ocupa la Academia en su vida. “Hace poco me hicieron una entrevista acá en Paraguay, sobre mi carrera deportiva, y me preguntaron que en caso de que se me diese la oportunidad, en cuál club volvería a jugar, y yo le dije que en Racing, por la gente, por como vive el fútbol, apartando la parte directiva y económica, cuando uno entra a la cancha se olvida de eso. Pero como club, extraordinario para mí. Ahora cambió mucho, no sé como estará el club en cuanto a instalaciones deportivas, entrenamiento, concentración, toda la historia esa pero, como club, yo volvería a jugar en Racing por la gente, por la capacidad de gente que tiene de jugar al fútbol. Un actor, o un músico, viven de la gente, y Racing te lo demuestra. Si a Racing se le dan los resultados, juega todos los partidos a cancha llena, y eso es lo que lo inspira a un deportista, en este caso un futbolista, a dar todo lo que tiene. Una parte de mi corazón está con Racing”.
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