"SI NO TE ENAMORÁS DE RACING, ES PORQUE NO TENÉS SANGRE EN LAS VENAS"
Walter René Fernández habló mano a mano con La Número Uno a 33 años de la obtención de la Supercopa. Repasó el desarrollo del certamen, sus goles, las semifinales contra River y las finales contra el Cruzeiro. Además bancó la vuelta de Lisandro López y expresó el significado de Racing en su vida.
Wing izquierdo, fuerte, corajudo, goleador, protagonista de seguramente el mejor plantel de Racing desde el equipo de José hasta la fecha. Tiene en su bolso personal junto a Racing haber ascendido en 1985, la Supercopa y la Interamericana del ’88, haber conseguido la clasificación a la Copa Libertadores de 1989 (solamente entraban dos equipos por país) después que la Academia hacía 21 años que no la jugaba. Pero todo esto es además de haber hecho muchos goles y de gran importancia para Racing.
Este viernes 18 de junio se cumplieron 33 años de la conquista de la Supercopa, y cuando se lo consultó acerca de lo que sentía para esa fecha, afirmó: “Me viene nostalgia y la alegría de haber conquistado un título internacional después de muchos años, en momentos que eran difíciles para la Academia en lo institucional, ganar esa Supercopa fue maravilloso después del ascenso”.
Wálter le da mucha importancia también al ascenso, y él mismo se encargó de explicar el motivo. “Fuimos un grupo que llevó a un grande a Primera División, al lugar donde tenía que competir, para mí un ascenso es muy importante para un equipo así, eran momentos difíciles para la gente, para el jugador, para todos. No se podía permitir que Racing siguiera otro año más en la B, así que ascender fue muy importante, es un orgullo muy grande, y lógicamente después vino la Supercopa para remarcar lo que había futbolísticamente, el grupo, muy lindo, fue una recompensa”.
Volviendo a lo que fue la Supercopa, hay que decir que se trató de un torneo que incluía a todos los equipos campeones de la Copa Libertadores hasta ese entonces, por lo que se sabía que englobaba a los mejores elencos de Sudamérica. “Estaban todos los campeones, fue un torneo que empezó no con tanto entusiasmo, pero a medida que pasaban los partidos y la gente entendía lo que significaba la copa, fue una alegría muy grande el haber llegado a ser campeones. Creo que fue una copa muy importante. Hace 33 años de esto y creo que ya es momento que Racing pueda tener una copa más”, expreso con deseo.
En la primera instancia que le tocó jugar a Racing, el rival con el cual se tuvo que cruzar fue el Santos, a quien derrotó 2-0 en la ida jugada en Avellaneda con goles del Toti Iglesias (quien luego se fue a Colombia) y de Miguel Colombatti, para luego sellar la clasificación tras empatar 0-0 en Brasil. El siguiente desafío fue River (dos años antes se había consagrado campeón del mundo) en las semifinales, y así recordó el ex delantero el partido de ida, donde Racing ganó 2-1 con dos tantos conquistados por él mismo, luego de estar 0-1 abajo. “Sabíamos lo que significaba River, un River muy completo, con lo mejores, un equipo increíble. Nosotros estábamos a la altura de jugarles de igual a igual, sabíamos que nosotros en cualquier momento podíamos dar vuelta la historia a un partido, teníamos esa costumbre de seguir buscando con inteligencia, llegó el penal, que fue la tranquilidad y después el segundo gol, fue un partido muy importante para ir a la cancha de River medianamente tranquilos, después en River fueron esas cosas del fútbol, que pudo haber sido una catástrofe, porque River nos atacó de todos lados, nosotros estábamos perdiendo también, teníamos que buscar el gol, ya estábamos jugados y no pudieron concretar porque teníamos al Pato Fillol en el arco que era un jugador increíble, se nos dio y en el minuto ’91 pudimos empatar. En cancha de Racing fue un partido muy lindo y en lo personal tuve la suerte de hacer los dos goles, y te imaginás que hacerle dos goles a River en una semifinal, perdiendo 1-0 fue muy importante”, y luego agregó sobre aquel equipo de River: “Ese River venía con unos títulos increíbles, con un equipo que daba miedo adelante, estaban Caniggia y Alzamendi, que Dios me libre… En todas sus líneas tenían grandes jugadores, con campeones del mundo, realmente fue duro pero nos respetaron mucho también, porque sabían lo que nosotros podíamos darle, y en esos tiempos Racing estaba haciendo partidos muy buenos, jugando muy bien al fútbol, ya lo empezaron a ver de otra manera, y lo pudimos demostrar más que nada en esa instancia”.
Para la revancha en el Monumental, Racing igualó 1-1 en el final del partido con aquel memorable gol de Néstor Fabbri, y cabe recordar que en ese torneo, estaba implementada la validez del gol de visitante en caso de empate en el resultado global, por lo que si la Academia caía 1-0, quedaba eliminada. “En esos partidos y especialmente en ese, el grupo estaba muy consciente. Por eso sabíamos que hasta el minuto final o hasta que termine el partido, nosotros teníamos una chance, y así fue, no bajamos los brazos hasta el minuto ’91, esa jugada era una más, ese era el centro, después sacaban y se terminaba. Pero fuimos a buscar con muchas ansias, con muchas ganas de hacer el gol y así fue. También sufrimos, porque los contragolpes eran terribles, tuvieron muchos mano a mano, y el refrán cabía justo en ese momento, cuando no hacen los goles en un arco….Y así fue, por suerte fue una jugada en la que yo le tiré un centro a Acuña desde la derecha, le pegó al arcola tocóPumpido, pegó en el travesaño, se fue al córner y ahí vino el gol, que aparte Fabbri saltó con Ruggeri, realmente fue un gol maravilloso”, y sobre el cuerpo técnico añadió: “El Coco (Basile) nos dio un extra terrible, junto al Panadero Díaz fueron muy importantes. Las charlas del Coco eran muy importantes para nosotros, nos tiraba todo Racing encima de la mejor manera, y eso hizo que tuviésemos la personalidad suficiente para ir a buscar los partidos. Aparte nos respetaban, nos esperaban con temor porque la agarraban Rubén Paz, Ludueña, el Mencho (Medina Bello), Catalán o yo, había jugadores que hacía que les infundáramos un poco de miedo al contrario y sucedía lo que tenía que suceder, al final siempre lográbamos nuestro objetivo”.
Eliminado River, era Cruzeiro quien esperaba en la final. Para la ida en Avellaneda, se dieron algunas similitudes con la ida ante River, ya que Racing estaba nuevamente 0-1 abajo, Wálter empató de penal nuevamente, y esta vez (tras un gran taco de Costas y desborde de Wálter Fernández), Colombatti le dio a Racing el 2-1 final para viajar a Belo Horizonte. “Me acuerdo de los penales, tanto contra River como Cruzeiro, los pateé con la gente de Racing detrás del arco. Ponete a pensar en esa situación perdiendo ambos partidos 1-0, estando yo frente a la pelota para definir y empatar el partido, no solamente tenía detrás del arco a la gente de Racing, atrás mío lo tenía a Rubén Paz, porque yo era el encargado de patear los penales, y era consciente que tenía a un genio como Rubén Paz para pegarle a la pelota, sin embargo el Coco me la daba a mí. Entonces tenía doble presión, era terrible, pero bueno, siempre pensé en asegurarla, tratar de de no levantarla a la pelota, porque le pegaba muy fuerte y levantarla podía ser muy difícil porque la podía tirar arriba. Así que siempre trataba de asegurarla abajo a un palo, sabiendo que si le pegaba con fuerza al arquero le iba a costar llegar, más allá que en ambos casos me adivinaron el palo, pero no llegaron.
Después en el segundo gol, fue una jugada en la que apareció Gustavo Costas, que eso era lo que tenían los defensores nuestros, en determinados momentos se mandaban con una personalidad enorme. Me tiró un taco a lo Ronaldo jaja, fue maravilloso lo de Gustavo. A veces sin mirar, sabés cuales compañeros tenés, yo creo que me tiró el taco pensando que yo podía ganar físicamente y llegar al fondo, como lo hacía muchas veces, entonces él confiaba con eso, y tiró el taco para que yo pueda ganarle a dos jugadores. Después tener al lado también a los que definen, porque mi virtud era tirar centros a la cabeza o el pie de mis compañeros para que definan. Vos fíjate que normalmente cuando yo llegaba al fondo sacaba los centros al segundo palo, o levantaba la cabeza y buscaba siempre al compañero. En ese momento, vos fíjate en el gol cuando me la tiró Gustavo y llego al fondo, yo no tiré el centro al segundo palo, lo vi a Miguel (Colombatti) que estaba muy cerca del primer palo, fue más un pase que un centro, y la técnica de Colombatti fue increíble, porque en una posición super difícil, abrió el pie y le pegó con la derecha y la metió en el otro palo, un gesto técnico que a veces no se ve, que solamente los buenos jugadores lo hacen, y yo tuve la posibilidad de levantar la cabeza pese a que venía arrastrando a dos jugadores brasileños y le pude dar un buen pase”, recordó.
En cuanto al plantel afirmó: “El grupo humano era fantástico, y yo siempre insisto que en todo equipo de fútbol hay un porcentaje de factor humano muy importante. El grupo humano tiene que estar porque sino es muy difícil lograr objetivos. Vos estás toda la semana con los compañeros y llega el sábado, te vas a concentrar en cada partido, tenés que convivir bajo presión, porque el hincha de Racing en esos momentos veía que había una posibilidad entonces te metía la presión lógica, y nosotros sabíamos que necesitaban una alegría, y para eso teníamos que estar muy metidos, y grupalmente había muchachos maravillosos, y eso ayudó muchísimo”.
Una vez terminada la ida que Racing ganó 2-1, el plantel viajó a Belo Horizonte para la gran final, y el público local hizo de las suyas para incomodar al futuro campeón. “Hubo muchas bombas a la noche afuera del hotel, no querían que durmiéramos bien, pero prácticamente no nos dimos cuenta de eso, estábamos tan metidos en jugar esa final y traer la copa que por más que nos tirasen bombas debajo de la cama no iba a pasar nada, por eso entramos a la cancha ante 100 mil espectadores porque reventaba el estadio en Belo Horizonte”.
El encuentro en Brasil finalizó 1-1, lo que consagró a Racing como el campeón del certamen. La Academia se había puesto en ventaja merced al gol de Omar Catalán, y el propio Wálter fue quien lo asistió, y también quien explicó la jugada de la conquista. “La posición en la que recibí la pelota de Gustavo Costas, fue en el círculo central más o menos, mitad de cancha. Esa no era mi posición, jamás estaba por ahí, yo era un wing izquierdo clásico, de estar por afuera, y en mi lugar estaba Rubén Paz de wing, o sea que se intercambiaron las cosas, en vez de estar Rubén Paz para tirar esa pelota me encontró a mí. Me la tiró Gustavo (Costas), giré y yo sabía que Omar (Catalán) hacía buenas diagonales, era muy pícaro en eso, entre varios jugadores pude meter la pelota justo, la alcanzó a tocar un brasileño, antes que la reciba Omar, pero la pelota le fue justo porque él ganó muy bien en velocidad, sorprendió a la defensa de Cruzeiro, se pudo ir solo y definió como los dioses, con una categoría increíble. Imaginate el alivio de estar 1-0 arriba porque se nos venían con todo y la pasamos mal. La cancha era inmensa, y para nosotros llegar al arco de ellos era imposible, nos bombardeaban de todos lados, pero supimos aguantar muy bien esa situación”.
Cuando se lo consultó sobre las sensaciones que tuvo tras la finalización del partido, comentó: “No caes en el momento, en la magnitud que tenía porque lo empezamos a vivir cuando llegamos a Ezeiza a la vuelta, la gente que nos esperaba fue increíble. Pero en el momento nos costó, lo pudimos disfrutar un poquito con la gente que estaba en la cancha, que fue un grupo, entre nosotros nos abrazamos, pero a medida que íbamos llegando empezamos a sentir lo que habíamos hecho, que fue algo muy importante”.
Como se dijo líneas arriba, el ex delantero fue partícipe de varias conquistas con Racing, y cuando se le preguntó si era consciente de cuan inmerso está en la historia del club, manifestó: “Muy consciente no soy, yo conozco bastante la historia de Racing, a medida que pasa el tiempo uno va viendo las cosas o en el momento que estaba sabía los ídolos que tiene la Academia, entonces yo pienso que puedo ser un referente, pero ídolos hay grandes. Hay muchos que hicieron cosas increíbles, sería un referente tal vez en esos años que le ha dado a Racing llegar a Primera, ganar la Supercopa, la Interamericana que fue muy importante también. Sé que hice cosas lindas para Racing, pero ídolos creo que hay muchos ahí y fueron increíbles. Me alcanza con ser un referente importante que hayamos logrado algo con los muchachos”.
Siguiendo con el tema de los referentes, se refirió al regreso de Lisandro López al club. “Lisandro pasó momentos difíciles porque yo veía los partidos donde estaba él, la sufrió siempre y se la bancó de una manera increíble porque otros se hubiesen enojado, él en muchos de los partidos que jugó, no se se sintió muy cómodo porque no sabía si quedarse en el área, y normalmente tenía que ir a buscar la pelota a tres cuartos, a mitad de cancha, porque no tenía muchos compañeros para llegar en ofensiva y él estar dentro del área que es lo que más sabe, porque es un jugador inteligente que tiene buena técnica, domina el área muy bien y a esos jugadores los tenés que tener ahí, no los podés cansar yendo a buscar muchas pelotas. Necesita de otros jugadores importantes como tenía el Toti (Iglesisas) que me tenía a mí, lo tenía al Mencho (Medina Bello). El nueve que estaba en Racing en ese momento tenía dos o tres que le llegaban siempre, que sabía que iba adentro del área y la iba a embocar. Licha se comió muchos garrones en ese sentido, por no ir en ofensiva el equipo, por esperar mucho, y lo pagó caro quizás, a mí me daba lástima porque es un gran jugador de fútbol, un gran referente. Ojalá que ahora tenga los compañeros ideales para que lo puedan aprovechar mucho a Licha, lógicamente tiene su edad pero yo creo que si lo trabajan bien y tácticamente lo hacen jugar como debe le va a dar muchas alegrías, y aparte se necesita de esos ídolos en un equipo, se necesita de la experiencia, del referente, yo creo que no hay que dejarlos, porque sinoRacing no tiene los jugadores esos, ya no está Milito, ahora viene Licha. Hoy estamos hablando de Arias que es un fenómeno, pero si estamos hablando de que Arias es un fenómeno, por algo es…Si se luce mucho el arquero y es figura en todos los partidos es porque lo están peloteando mucho y está sacando pelotas pero llega un momento en el que se termina. Yo quiero que el fenómeno sea Licha, que Arias disfrute de Licha, que la defensa aplauda los goles de Licha, esa es la idea, no que los ídolos sean los defensores porque sacaron tres pelotas de la raya, o el arquero sacó tres mano a mano, como pasó en los últimos partidos de la Copa de la Liga, la figura era Arias, sino hubiésemos quedado afuera mucho antes”.
Para cerrar, expresó el significado de Racing en su vida. “Racing significa todo, es el broche de oro a una carrera futbolística, que te hace ser importante en una institución. Rosario Central fue el que me dio la vida profesional del fútbol, porque debuté ahí. Defensores de Belgrano fue el equipo que me sacó del abismo de un pozo, para llevarme a Racing. Y Racing es el equipo que te tenés que enamorar y dejarlo todo, si no te enamorás con Racing es porque no tenés sangre en las venas. Racing fue muy importante y seguirá siéndolo porque hoy en día me recuerdan como el jugador de Racing, y gracias a Dios y a la gente, a ustedes los periodistas uno se siente vivo todavía, y eso te lo brinda Racing, soy un eterno agradecido”.
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