“ES MUY EMOCIONANTE PERTENECER A LA HISTORIA DE RACING”

Carlos Olarán, ex jugador de Racing en la década del ’80, habló en exclusiva con La Número Uno. En la entrevista, recordó sus inicios, tenerlo a Diego Maradona como compañero, su llegada a la Academia, la obtención de la Supercopa, Basile y mucho más.

Llegó procedente de Chacarita cuando Racing recién había ascendido, jugaba casi siempre de marcador de punta, fue integrante del plantel que obtuvo la Supercopa y la Interamericana en 1988. Hoy está instalado en Domselaar, cerca de Coronel Brandsen en la provincia de Buenos Aires, dedicándose a lo que más le gusta. “Gracias a Dios, puedo seguir trabajando en lo que realmente me gusta y de alguna manera haciendo docencia con los grandes maestros que uno tuvo en el profesionalismo y en las inferiores estando en Argentinos Juniors también. Trabajo en countries con grupos de menores y mayores, de alguna manera inculcando todo lo que uno tuvo en su momento y de alguna manera, si bien no es preparar divisiones inferiores como en algún momento pude tener la suerte de estar cuatro años en Racing, de alguna manera es hacerles llegar a los chicos lo que uno pudo acumular en el tiempo y darles algo distinto de lo que es el fútbol amateur, parecido al profesionalismo, pero siempre teniendo el nivel de amateurismo” , contó Carlos, quien como dijo en este párrafo, pasó por las juveniles de Racing en algún momento. “En Séptima lo tuve a Zuculini, a Centurión, el cual había que educarlo porque la verdad que era difícil, después también a Zaracho en Octava. Lástima que nos dejaron solamente cuatro años cuando Barbitas había hecho el selectivo y había explorado a través de las divisiones inferiores y metido 20 jugadores de los cuales los más nombrados eran ellos pero que después fueron a préstamo a otros lugares y le hicieron ganar un buen dinero al club. La verdad a veces vos pensás que en tu familia nadie te va a….De alguna manera… Yo lo llamé traición, pero bueno, ya está quedó en el pasado, fueron cuatro años muy lindos en los cuales uno tuvo la manera de llegar al jugador, inculcarley también bajarle una línea de lo que uno vivió en Racing, y lo que significaba Racing porque en ese momento se recibían jugadores hinchas de cualquier club y uno quería contagiarle lo que era el celeste y blanco, y yo creo que hicimos un muy buen trabajo” .

En cuanto a sus orígenes como futbolista recordó “ “Yo soy oriundo de Alejandro Roca, un pueblo al sur de Córdoba. En aquel momento éramos entre 5 mil y 6 mil habitantes, hoy supera los 10 mil. Uno siempre soñaba con poder llegar al fútbol de acá, veía las revistas, no tenía televisión pero a veces me escapaba a lo de un vecino para ver algún partido. En 1978 un tío mío me dijo que tenía un conocido en Argentinos Juniors, que él no entendía nada porque era bochófilo (jugador de bochas), un gran jugador, pero no entendía nada de fútbol. Yo te voy a presentar ahí, me dijo tu papá que vos jugás bien, si jugás bien quedarás, y si no te volverás me dijo. Viajé a Buenos Aires en aquellos Chevallier viejos, y mi papá me había dicho que iba a ver las luces de Buenos Aires desde lejos, cuando llegamos a Venado Tuerto le pregunté a mi papá por las luces de Buenos Aires, y me dijo que estábamos en Venado Tuerto recién, así me pasó con Pergamino, Arrecifes….No pegué un ojo, conocí el semáforo en Buenos Aires, en ese momento tenía 16 años. Tuve a Francisco Cornejo como maestro entre otros, Carlitos Balcázar, grandes maestros. Fue todo muy rápido, yo llegué en el ’78 con edad de Sexta, ya era crecidito y me metieron con la Cuarta, faltaba el tres de la Cuarta, empecé ahí, debuté contra Boca en La Candela (fue empate 1-1) y ya quedé en Cuarta. En el ’79 estaba en la Tercera y en el ’80 debuté contra el Cosmos (EEUU) en cancha de Vélez, cuando el Zurdo López me puso los últimos 20 minutos en lugar de Carabelli de cuatro, y ahí lo empecé a conocer a quien para mí es el más grande de todos, Diego. Él (Diego) tenía una gran humildad, no hacía diferencia entre si uno era un pibe o no, porque realmente te tomaba como uno más. A mí siempre me enseñaron que había que abrir los oídos y cerrar la boca, pero aprendí muchísimo. Diego tenía una gran humildad”.

Sobre su llegada a Racing comentó: “Nosotros habíamos salido campeón con Argentinos Juniors en el Metropolitano ’84, con Saporiti y el profe Álvarez, quien estaba con Rogelio Domínguez en Racing. Él ya me había conocido en Argentinos, después llegó el Piojo Yudica a Argentinos y yo le pregunté si iba a ser titular, y él me contestó que no, que estaba Domenech, que él era el capitán, entonces le dije que tenía una oferta de Chacarita. El Cabezón Lemme me dijo que estaba loco, porque decía que todos querían venir a Argentinos Juniors porque estaba el dinero del pase de Diego (Maradona), y que yo me iba a Chacarita y que no iba a cobrar nada, y tuvo razón, de siete días que tiene la semana, cinco peleábamos para ver si cobrábamos o no. Pero significó mucho para mí, yo sabía que iba a ser titular, quería tomar experiencia, cuando terminó mi año en Chacarita, recuerdo que hubo un llamado de Belgrano de Córdoba, yo soy cordobés, y cuando estaba por contestar lo de Belgrano, vino un llamado de Racing, no entendía nada, pregunté ¿Cuál Racing, de Córdoba?, No Racing Club de Avellaneda, guau pensé, se me eriza la piel de acordarme. Ni lo pensé, me acuerdo que estaba Rinaldi (Héctor) de Presidente, y cuando entré al hall de la presidencia, vi ese escudo hermoso y grandote, que me acuerdo que mi hermana ya era hincha de Racing, y cuando lo veo dije acá firmo, para mí era un paso gigante en mi carrera, llegar a un equipo con tanta historia como la de Racing….Se me eriza la piel, eso fue como cuando llegué a Buenos Aires” .

Olarán se incorporó a mediados del ’86 a un Racing que había ascendido en diciembre del ’85, y que había sido alquilado luego a Argentino de Mendoza mientras esperaba para el retorno a la Primera División. “Ellos tuvieron que esperar medio año para jugar, yo venía de Chacarita estando en Primera, y había leído todo lo que había pasado con estos muchachos que habían ascendido, y que luego fueron alquilados por Argentino de Mendoza, todas las vicisitudes que pasaron. A mí cuando me llamaron de Racing, yo decía pero Sicher hizo el gol del ascenso, en ese momento yo no lo conocía, y pensaba para qué me necesitan si estaba Sicher. Después me enteré que no habían hecho uso de la opción de compra, después de muchos años lo conocí a Sicher personalmente, un estupendo ser humano, un fenómeno. No solamente los nombres que habían en ese momento, y los que luego llegaron, era llegar a vestir la camiseta con tanta historia, la celeste y blanca, el escudo, que vos veías en El Gráfico, Goles, las revistas del momento, donde han jugado tantos jugadores, campeones del mundo, de América y vos llegar a vestir la camiseta…Era algo muy emocionante, no pensé ni en el contrato, a dónde firmo decía” .

En 1988, la Academia se alzó con la Supercopa y la Interamericana, y así recuerda Olarán la obtención de la primera “ Fue muy emocionante, yo recuerdo que al principio el torneo era como que todos decían que era una copa más, pero me acuerdo del Coco (Basile) que decía: Racing es un grande, ésta (se marcaba las líneas de la camiseta de Racing), tiene que ser respetada en cualquier lugar, y en cualquier copa, sea de local, visitante, en el interior, en el exterior, amistosos, porque Racing se merece un respeto, siempre me quedó eso grabado en la cabeza, entonces Coco nos metió en la cabeza que era importante desde un principio. Eliminamos al Santos, en semifinales enfrentamos a unRiver donde el periodismo ya había cambiado y decía guau, esto no es una copa cualquiera, es una copa de campeones de copa, y con muy buenos equipos. Me acuerdo que ese River tenía jugadores de selección local, uruguaya, una delantera formidable con Alzamendi y Caniggia que era una de las mejores, dejando de lado la de Racing que era terrible con Wálter Fernández, el Toti Iglesias, Medina Bello, después llegó Rubén (Paz). Se enfrentaban dos equipos donde cualquiera de los dos que ganaran, yo creo que era el que salía campeón. Me quedó esa sensación en el Monumental cuando (siempre que lo cuento me emociono), me acuerdo que perdíamos 1-0 y estábamos quedando afuera de la copa, estaba todo el equipo de Racing en ataque, y me acuerdo que lo tenía la Pato (Fillol) atrás, yo me quedaba de última en los tiros libres ycórners. El Pato me decía; Vos tomá el rubio (Caniggia), que yo me encargo de Alzamendi en los contraataques, cumplí con eso y me acuerdo que el Pato lo sacaba corriendo a Alzamendi hasta la mitad de cancha, queríamos ese empate que lo teníamos servido y no se podía dar. Me acuerdo que eran tres cuartos de cancha enNuñez, terrible que gritaban por River, y la bandeja de enfrente (Figueroa Alcorta) era toda de Racing. Cuando hizo el gol Néstor (Fabbri), tres cuartos de estadio se quedó en silencio y se levantó todo aquello, te juro que hasta hoy me emociona…Fue hermoso vivirlo, y en ese momento lo único que hice fue darle gracias a mi mamá que ya no la tenía, y a Dios, porque ningún dinero del mundo te puede dar ese placer, esa felicidad, el vivir eso, y yo estaba ahí, en la cancha viviendo todo eso, lo único que hacía era agradecer, te lo juro, me sigo emocionando, fue más emocionante que la final contra Cruzeiro. Quedamos shokeados, yo mirando al cielo y agradeciendo, cuando vos ya tenías todo perdido, porque decía pucha, todo el esfuerzo que hicimos….Y fue algo que yo creo que me lo mandó mi mamá…Mi mamá me dijo no te vas a quedar afuera. Era estar mirando al cielo y agradeciendo, me crucé con Catalán, con otros más, lloramos todos, se me caían las lágrimas, y viendo el festejo de la gente donde muchos de ellos, hemos hablado con muchos hinchas a través de los años, ya habían bajado dos escalones, y volvieron corriendo….Que se yo…No lo imaginé, lo viví, chicos de uno o dos años volando por el aire, la gente la tiraba y los agarraban de nuevo” .

Con respecto al Coco Basile afirmó: “El Coco era un tipo al que no le podías fallar nunca, son de esos que tienen códigos y no les podés fallar en nada. Te metía esa energía, te daba la charla y vos salías a jugar, que podías perder, siempre también tenía esa frase, nos pueden ganar, pero se tienen que romper el que te dije para poder ganarle a Racing. Salías a la cancha como saliendo al Coliseo siendo el gladiador que peleaba con los leones, te cargaba de una energía terrible, donde vos ya salías agrandado desde lo anímico sin subestimar al rival, por supuesto, pero con un agrande anímico que te la jugabas hasta el último minuto”.

Por último, expresó el significado de Racing en su vida: “Ya te conté la emoción que me dio llegar y ver el escudo, con Héctor Rinaldi en el hall para hablar del contrato y demás, y después entrar a la cancha, ese feeling que vos sentías, está bien que uno había jugado en Chacarita y Argentinos Juniors, y sin desmerecer a esa gente porque son hinchas de cada club, y hay que respetarlos por supuesto por igual, pero cuando vos entrabas a la cancha de Racing y la gente llenaba todo eso, ese feeling, y si dije que no le podías fallar a CocoBasile, bueno, tampoco le podías fallar a la gente que iba, te alentaba, estaba, la veías llorar de emoción y todo eso. El día que ganamos la Supercopa contra el Cruzeiro, habían 100 mil personas, de las cuales quizás el 10% solamente eran de Racing nada más, uno decía acá ya toqué el cielo con las manos, porque sabías que cuando fue el pitazo final, y tenías la copa en tus manos, decías ya entré en la historia, estoy en la historia de un grande, estoy en la historia del Racing Club de Avellaneda, donde muchos jugadores quedaron en la historia y yo también estoy ahí. Yo el día de mañana voy a morir como todos, pero la historia, siempre va a estar, y vos sabés que vas a estar en ese pedacito que hiciste toda la fuerza para poder estar dentro, y por hacerlo más grande alRacing Club de Avellaneda que no necesita de mí, porque ya es grande de por sí, y que me hizo quedar en la historia grande de ese Racing” .

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