“EN LAS CARTAS QUE MANDABA DESDE MALVINAS, LE PREGUNTABA A MI VIEJO CÓMO IBA RACING”
Ricardo Zarza, héroe de Malvinas y fanático de Racing, habló mano a mano con La Número Uno. En la charla, contó como fue su llamado al conflicto, sus vivencias en las islas, su fanatismo por Racing, el olvido que sufrieron tras la guerra, su actividad actual para sembrar memoria y mucho más.
Como cada 2 de abril, se recuerda a nuestros héroes de Malvinas, quienes fueron enviados a un conflicto armado ante una de las potencias mundiales más gigantescas en cuanto a poderío bélico se refiere. En esta ocasión, charlamos con Ricardo Zarza, quien fue uno de esos tantos soldados a los que les tocó ir a una guerra imposible de ganar, y con un maltrato insólito por parte de sus superiores. “Es un día para nosotros y para los ex combatientes que muchos lo podemos tomar como un día triste, o como un día no tan triste, por la situación de los que volvimos, o triste por los que lamentablemente quedaron allá. Sabemos que quedaron custodiando nuestro suelo, pero es un día bastante sensible para nosotros, pero con esas ganas de que en cualquier momento vuelva a flamear la bandera argentina, y que no sea por la vía de la guerra, sino por la vía diplomática”, reflexionó Ricardo en cuanto a que significa esta fecha.
Ricardo ya había hecho el servicio militar (obligatorio en ese entonces), pero a pesar de haber sido dado de baja, fue llamado al conflicto del Atlántico Sur. "Yo hice el servicio militar en el año ’81, fue bastante tranquilo, lo hice en Ciudadela, entré en marzo y salí en diciembre, entraba a las seis de la mañana y salía a las tres de la tarde, tenía un permiso porque jugaba al básquet. Si bien en diciembre me dieron la baja, en abril del ’82, más precisamente el 12, me volvieron a convocar, me llegó una carta a mi casa, yo no me había presentado, la convocatoria era en el cuartel donde había hecho el servicio militar. Yo no me había presentado, y la noche del 22 de abril, una patrulla de la Policía Militar me vino a buscar a mi casa. Me levantaron a la una de la mañana, me llevaron directamente al cuartel, me alistaron, me dieron la ropa verde, los armamentos que iba a usar, me colgaron un teléfono de campaña, que era mi labor allá en Malvinas. El día 25 partimos para Comodoro Rivadavia, nos quedamos hasta el 29, que fue cuando recibieron la orden que teníamos para ir para Malvinas. El 29 pisé el suelo de Malvinas, durante 57 días, hasta la rendición, luego nos tomaron prisioneros y volvimos en el Canberra”.
Asimismo, contó algunos acontecimientos que vivió dentro de las islas. “Nosotros pertenecíamos al grupo de defensa aérea, entre soldados y personal militar (oficiales y suboficiales) éramos 115 personas, llegamos el 29 de abril, el día 1º de mayo fue el primer bombardeo naval británico, todavía no nos habíamos acomodado y ya recibimos el primer bombardeo. A partir de ahí, comenzó una historia que nosotros no conocíamos, para colmo todavía no habíamos recibido los cañones, esos cañones venían en un barco que llegó el 2 de mayo, pudimos bajar los armamentos, y cuando el buque (Isla de los Estados) se retiró, apenas salió de Puerto Argentino fue hundido por una fragata británica. De ahí en más nos tocó vivir la odisea de lo que todos más o menos conocen, hambre, frío, la poca ropa adecuada para el clima, el día 13 de mayo nos tocó entrar en combate a nosotros, un grupo de Comandos SAS de las fuerzas británicas quisieron desembarcar a 150 metros de nosotros, quienes estábamos en primera línea en la Península de Camber, un poco más abajo del Monte Longdon. No pudieron desembarcar porque justo escuchamos unos botes avanzar, dieron la voz de alerta, porque fue de noche y nosotros no teníamos miras infrarrojas, lo que nos limitaba muchísimo, porque en Malvinas de noche no se veía nada. Un soldado que no era de nuestro regimiento lanzó una bengala, y gracias a eso nosotros pudimos ver el avance de las cuatro lanchas de desembarco, les tiramos con absolutamente todo lo que teníamos, con los FAL, con pistolas, hasta agotar todas nuestras municiones que por cierto no eran muchas, es más, nos salvó que le pudimos tirar con los cañones antiaéreos, con lo que pudimos hacer la diferencia, y eso hizo que ellos no pudieran desembarcar”.
Como se mencionó líneas arriba, Ricardo es fanático de Racing, y la guerra de Malvinas no fue impedimento para averiguar sobre la actualidad del club en ese entonces, cuando se disputaba el Torneo Nacional ’82 “Nosotros en ese momento vivíamos tiempos muy complicados en Racing, nosotros estamos justo en el medio. Mi viejo me contaba lo mejor que vivió Racing, no nos pasó a nosotros pero por ejemplo ahora mi hijo está viviendo una etapa linda de Racing, nosotros somos de las generaciones más lastimadas y golpeadas de Racing. En mi caso cuando yo mandaba cartas, me la pasaba escribiendo y le preguntaba a mi papá como iba Racing, cómo se estaba arreglando, cómo hacía para solventar los gastos del club, porque estaba el problema que no les pagaban a los jugadores. Se estaba jugando el Nacional ’82, que en realidad lo que estaban haciendo también era probar a jugadores, y cubrir los puestos de los que se iban al Mundial de España. Esa etapa fue tremenda, igualmente lo más doloroso fue en el ’83. Pero yo siempre preguntaba por Racing, un poco para ablandar a mis viejos de lo que estaban viviendo, lamentablemente ellos no recibían las cartas como correspondía porque todas nuestras cartas, tanto las que enviábamos como las que recibíamos, estaban censuradas. Primero las revisaban nuestros superiores para ver si contábamos algo que ellos no querían que contáramos, todas las cartas fueron abiertas y después cuando mis viejos recibían las cartas, las mismas decían “Censura Naval”. Nosotros no podíamos decir nada de lo que pasábamos ahí, que fue muchísimo, hasta inclusive problemas con nuestros superiores”, y en cuanto a como nació su pasión por la Academia, comentó: "Es hereditaria, mi viejo de chico me hizo hincha de Racing, mi viejo no tuvo la suerte de poder ir a Uruguay cuando salió campeón del mundo pero si me llevó a la Libertadores, y a partir de ahí nació ese arraigo tan fuerte con Racing. La herencia más grande que me dejó mi viejo, fue ser hincha de Racing, es algo que siempre digo, los hinchas de Racing estamos hermanados, por eso nosotros tenemos un grupo de ex combatientes, que somos hinchas y socios de Racing, armamos el grupo, y hace cinco años presentamos un proyecto en Racing, como lo vienen haciendo los demás clubes, en el que pedimos que nos honren con un carnet de “Socio honorario”. Lamentablemente no tuvimos respuesta, nos han ninguneado durante cinco años, pero seguimos insistiendo con ese tema".
Si bien es cierto que aún no han conseguido ese reconocimiento de parte del club (sería justo que lo hicieran por cierto), lo que sí lograron los héroes de Malvinas de Racing, es caminar en el Cilindro con la bandera que tiene las Islas Malvinas pintada, y cada fin de semana del 2 de abril se realiza dicha ceremonia. “ Eso lo logramos a partir del 2010, gracias al Departamento del Hincha, con Pablo Delpiero, después más adelante se empezó a sumar Miguel Giardini, quien nos dio una mano. Siempre pudimos entrar a las canchas los 2 de abril, y Racing siempre nos homenajeó muy bien, y la verdad que en ese sentido estamos siempre agradecidos, para nosotros eso es algo muy placentero y siempre vamos a agradecer al club por eso”.
En cuanto a la actualidad de Racing, opinó: “ Hoy es como que estamos en un impasse, creo que Racing se está armando nuevamente, hay muchos jugadores nuevos, creo que con el tema dirigencial estamos bien, si bien por ahí algunos del grupo de la Comisión Directiva no están, pero hay otras personas, a algunos los conozco, a otros no, sé que están llevando muy bien el club, y ojalá el plantel y la dirección técnica puedan sacar adelante al equipo que lo está necesitando”.
A pesar de estar el conflicto armado en pleno desarrollo, en ese momento se disputaba en la Argentina el Torneo Nacional ’82, e incluso el 13 de junio (el conflicto finalizó el día después), se disputaron las semifinales de dicho certamen, y se produjo a su vez el debut de Argentina en el Mundial de España ’82. Cuando se lo consultó a Ricardo si le parecía una locura la situación, respondió: “ Yo creo que sí, pienso que si pasara hoy en día, el pueblo hubiese parado, fue algo que estábamos padeciendo, algo muy fuerte, muy duro, creo que en ese momento por el gobierno que teníamos, no le convenía (parar) por supuesto, y atrás de eso estaban escondiendo muchas cosas, les convenía que el pueblo argentino estuviese mirando para otro lado. Yo siempre digo que no tenemos que olvidar lo que Argentina pasó en ese momento, lo mejor de todo es tener memoria, y si no hay alguien que te la pueda contar, recurrir a los libros, a un Google o algo por el estilo para entender bien lo que estaba pasando. Nosotros teníamos totalmente cerrada la boca, no podíamos hablar, cuando volvimos no nos dejaban hablar absolutamente de nada, firmamos un pacto de silencio cuando llegamos, fuimos directamente a Campo de Mayo, a la Escuela Lemos, nos tuvieron dos días, nos quisieron hacer engordar, justamente para que nosotros no hablemos con nadie, y de ahí en más, cuando pudimos salir, cuando pudimos llegar a casa, sabíamos que entrábamos por la puerta de atrás porque habíamos perdido la guerra. Nosotros estuvimos casi seis años perseguidos, a mí dos veces la policía me vino a buscar a mi casa, me hacían preguntas y me grababan con un grabador chico, para ver que contaba yo sobre Malvinas, obviamente que nunca se me escapó absolutamente nada por el temor, porque sabíamos que todavía estaban dando vuelta (y eso que estábamos en plena democracia), pero hicieron muchas cosas lamentablemente para tratar de callarnos, y hoy gracias a Dios lo podemos hablar y por eso salimos a hablar y decir cosas que antes no nos permitían”.
Por último, habló sobre las actividades que realizan los ex combatientes de Racing. “Nosotros lo que hacemos junto al grupo de ex combatientes de Racing (somos 18), en el transcurso de estos días, no ahora, pero si ya lo veníamos haciendo hace seis años, damos charlas en las escuelas, para mantener justamente viva la memoria, damos todos los años charlas en la escuela de Racing, a los chicos de las Juveniles, y hemos dado una charla al plantel de Primera División" .
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