“LA DECISIÓN DE IR A RACING FUE MÍA”

Carlos Alberto “Pantera” Rodríguez, ex arquero de Racing en la década del ’80, habló mano a mano con La Número Uno, donde recordó su paso por el club, el contexto de aquel momento y su relación con Diego Maradona entre otras cosas.

La Pantera Rodríguez comenzó su carrera profesional en Huracán (Comodoro Rivadavia), donde tras un destacado rendimiento, llegó a Boca en 1977, año en el que integró el plantel que obtuvo la primera Copa Libertadores de la historia de ese club, logro que se repitió en 1978. Con Hugo Gatti afianzado en la titularidad del Xeneize, para 1980 tuvo su paso por All Boys y San Lorenzo (Mar del Plata), para ya en 1981, volver a Boca y jugar como titular gran parte del Metrpolitano 1981 (lesión de Gatti) donde se consagró campeón, con Diego Armando Maradona de compañero. A mediados del año siguiente, fue cuando se produjo su arribo a Racing. “Yo llegué a Racing después del Mundial de España ’82. Boca tenía bastantes problemas económicos e institucionales, yo todavía estaba fantástico, y vino una propuesta de un trueque entre José Berta y yo en ese momento. Me acuerdo que Guillermo Cóppola me llamó me dijo mirá Pantera me están llamando, como podemos hacer. Yo le dije que no tenía problemas. Racing tenía problemas institucionales, tenía la cancha clausurada, jugábamos de locales en la cancha de Boca, y yo tenía todo el orgullo de ir a Racing, no tuve ningún problema, es más, la decisión de ir a Racing fue mía, no tuve ninguna presión, nadie me obligó, al contrario, el representar a una institución que tenemos en la República Argentina como Racing Club, esa cancha emblemática…Yo vivía en Capital, y me tomaba el colectivo 12, que terminaba su recorrido en el Puente Pueyrredón, iba a la cancha de Racing con mi hermano, iba a ver a San Lorenzo con él, yo era más chico, yo me enamoré del fútbol, de todas las instituciones y de Racing ni hablar, lo que grité yo el gol del Chango Cárdenas que le hizo al Celtic en el Centenario fue espectacular, y haberlo conocido después en Racing, haber tenido técnicos como José Pizzuti, me sigo emocionando hasta el día de hoy” , contó Pantera.

Como es sabido esa fue una época muy complicada desde lo deportivo y lo institucional en el club, por lo que a fines de 1983, se produjo el descenso. “El año que descendimos por el promedio, los dos últimos equipos de la tabla del torneo fueron River y Racing de Córdoba, no quedamos últimos nosotros. Yo en principio me iba a quedar, es más, cuando asumió Jorge Castelli en el ’84 me llamó, yo fui jugador de él en Boca, con Lorenzo. Además Taddeo quería que me quede, pero había un problema con la hinchada en aquel momento, yo no les dí plata y se la agarraron conmigo. Entonces les dije que yo puse la cara en los momentos malos y demás, es más, en el último partido contra Independiente no jugó nadie y yo jugué, yo fui capitán en ese partido” , y sobre su salida del club agregó: “Yo fui a verlo a Taddeo en el Banco Avellaneda de la sucursal Sarmiento en Capital, me recibió y yo le digo como hacemos, yo me llevaba el pase. “¿Qué me deben ustedes, tres meses de sueldo, cuánto de premio?” Le dije. Taddeo, no lo necesito, no lo quiero, con éste dinero mío, por favor, cómprenle ropa a las Divisiones Inferiores, yo no quiero nada” , recordó el ex arquero.

Como se dijo líneas arriba, la situación institucional era compleja, y así describió Pantera algunos datos del momento. “Yo cuando llego a la primera práctica en Racing estaba lloviendo, fui a ver la cancha, llena de agua, el túnel lleno de agua, debajo de las tribunas había bolsas de papa que Racing había alquilado el lugar, era una cosa muy fea. Yo tuve el orgullo y el privilegio que cuando se habilitó la cancha de Racing nuevamente (octubre 1983), que empatamos 0-0 contra Estudiantes de La Plata, como no iba a estar orgulloso de entrar a esa cancha que yo de pibe veía que era hermosa, uno de los mejores césped de la República Argentina, porque antes me dolía verla tan mal, pero pude jugar en Racing, pude disfrutar en Racing, jugar en esa magnífica cancha y punto, lo demás es resultados” .

A modo de paralelismo, Carlos comparó esa situación de Racing con la de otros clubes que pasaron ese tipo de penurias. “A los tumbos estuvieron Boca, cuando Carlos Heller y Antonio Alegre los arreglaron que estaban en la quiebra, acuérdense el tema de Gareca y Ruggeri, se fueron a River porque no cobraban hacía ocho meses, y encima Ruggeri que protestó le querían prender fuego la casa, una locura, me parece demencial. También se fueron River e Independiente a la B, y volvieron, se fue Batistuta con la Fiorentina a la B, y no por eso dejó de ser Batistuta” .

Por otra parte, contó una anécdota de él cuando era adolescente y presenció un partido en el Cilindro entre Racing y el Santos de Pelé. “Hace un año atrás me lo encontré al Flaco Menotti en un café de la calle Paraguay, y le pregunté por un partido que jugaron Racing y el Santos de Pelé y Coutinho en Avellaneda, yo fui ese día a la hinchada de Racing atrás de un arco, en Racing jugaba Menotti, ganó el Santos 2-1, el Flaco metió el gol de Racing, se agarró de la red en el arco donde está la hinchada de Racing, y le pregunté de que año era ese partido, que todavía tenía su cara reflejada en mi memoria, me contestó de 1964, 12 años tenía yo, fui solo a la cancha. Además me dijo que la Bruja Belén le dio el centro para hacer el gol, Belén era un jugadorazo también. Yo lo ví atajar a Mario Agustín Cejas, por favor, cuanta admiración por él cuando jugaba y después lo conocí personalmente, hasta el día de hoy me emociona eso” .

Hace poco más de dos meses sufrimos la pérdida física del más grande jugador de fútbol de todos los tiempos, y así lo recordó Pantera, ex compañero en Boca. “Diego era un fenómeno, primero lo disfruté como compañero, y también lo enfrenté. Las cosas que hacía Diego eran maravillosas, nos quedábamos a practicar pateando tiros libres juntos todo el año, la pegada que tenía, una cosa espectacular, las cosas que hacía, parecía de otro planeta. Buen compañero, hablábamos de la vida, realmente fantástico. Yo le conté que estaba viviendo en Wilde, que soy de Capital, que perdí a mi papá cuando tenía un año, no lo conocí a mi viejo, esas cosas me emocionaba, la humildad de la persona. Que uno no se agranda, que sigo siendo lo mismo que cuando no era la Pantera. Yo para nada me olvido de la gente. Cuando Diego llegó a Boca, nosotros estábamos concentrados en La Candela, estábamos parados en el primer chalet, estaba la tranquera, llegó Diego con el auto, hasta la galería había unos 50 metros, yo estaba afuera, vino caminando Diego con Jorge Cyterszpiler, lo saludé, le di la bienvenida y él me saludó también, tenía mucha humildad” .

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